Muchas son las formas de actuar que tiene Holosíntesis: por la vista, por la piel, de día, en la oscuridad, despierto, dormido…
Por pasiva (medallones, armonizadores, cuadros, alfombrillas, ropa…) o por activa (meditaciones, visualización de tratamientos, sesiones con “lápiz de luz”…) Holosíntesis transmite su mensaje con mayor o menor intensidad y el cuerpo y la mente reaccionan.
Sin duda la participación activa del individuo, y su disposición a recibir tratamiento acudiendo al terapeuta potencian sobremanera los efectos de cualquier terapia y también de la que se hace con Holosíntesis.
Masajes, Reflexoterapia (podal, facial, auriculo…), Tapping, Sanaciones (ReiKI, cristales, arquetipos…), Esencias (florales, piedras, aceites…), Cromoterapia y … muchas otras son las que pueden aplicarse con Holosíntesis o con las que Holosíntesis puede colaborar.
Medallones, Armonizadores, Alfombrillas son una fabulosa herramienta para el experto en Feng Shui, el maestro de ReiKi, el terapeuta Floral, como complemento o sustituto de cristales (Cristaloterapia), arquetipos… para trabajar Chakras y otras puntos o zonas específicas.
“Lápiz de Luz” y linternas son utilizadas por reflexólogos, masajistas y terapeutas manuales como masajeadores para trabajar contracturas, bloqueos, puntos reflejos, puntos de acupresura y otros puntos.
El acupuntor utiliza linternas, “lápiz de Luz” y Holopuntos para estimular y sedar puntos de acupuntura (meridianos “Zang Fu” y “Curiosos”) equilibrando meridianos, y regulando “Qi”, “Xue”, “Jing”, “JIng Ye” para lograr una buena circulación de la energía, circulación de fluidos, nutrición celular y mantenimiento de la energía vital.
Es el terapeuta, el especialista, el “maestro” quien, como el buen cirujano, maneja el bisturí laser que es la Holosíntesis, incorporándola a su conocimiento, técnica y “saber hacer”, obtiene el mejor resultado de Holosíntesis. Obteniendo así el mejor resultado de la terapia.
El terapeuta es quien pule el diamante, que es Holosíntesis, hasta convertirlo en una joya.
Holosíntesis refuerza el “triángulo terapéutico” formado por paciente, terapia y terapeuta, donde el terapeuta es el director de orquesta.